Una gran opción para una escapada de fin de semana en Torremolinos con un buen precio teniendo en cuenta la calidad. La atención del personal es muy buena.

Su personal era complaciente. La habitación era moderna, tenía lo esencial, como una ducha, un secador de pelo y un bidé.

La cama era incómoda, demasiado dura y con una pata rota que dificultaba el descanso. Las habitaciones eran pequeñas y algunas tenían problemas de limpieza, ya que encontramos insectos y pelos en el baño. La temperatura dentro de la habitación se mantenía bien, pero el ruido del exterior era notable. Aunque nos cambiaron a otra habitación, la calidad general no mejoró mucho. Las vistas de la playa eran agradables, y el acceso era rápido, pero la experiencia de confort dejó mucho que desear. Las instalaciones, aunque decentes, tenían muchas grietas y desconchones visibles.

El hotel estaba lo suficientemente cerca de varios lugares, como aeropuerto y la ladera gracias a su ubicación bonita y perfecta. Me encontré con Chiringuito El Sardina, que estaba a poca distancia del hotel y ofrecía buenas tomas.

El hotel deja mucho que desear. La limpieza, prácticamente inexistente; solo hacían las camas y cambiaban las toallas. La habitación tenía problemas, como una tele que no funcionaba y una ducha defectuosa. Por otro lado, el desayuno era bastante bueno, con buena variedad. La amabilidad del personal fue irregular: algunos eran simpáticos, pero otros, especialmente el metre, resultaban un poco antipáticos. Además, entramos dos horas tarde y la política de pedir tarjeta de crédito para garantía me parece excesiva. En resumen, no repetiría la experiencia.

La atención del personal, en especial los camareros que están pendientes de todo. La limpieza es otro valor importante del hotal, elemento que tanto se echa en falta en los establecimientos públicos españoles.

Aunque comprendo que en un lugar como la Costa del Sol es complicado tener calefacción central, pero es que a mi familia no nos gusta el aire acondicionado. Si se quita puede hacer algo de frio, y si se pone, se reseca el ambiente, sobre todo en la habitación.

una experiencia positiva en royal costa con ubicaciones cercanas, personal amable y un delicioso desayuno variado que superó mis expectativas

Las instalaciones son agradables, la limpieza correcta y el personal muy amable. El desayuno es variado y rico.

El personal ha sido extremadamente amable con nosotros, dado el hecho que recalamos en el hotel por el tema de los malditos controladores aéreos. Aunque sólo estuvimos una noche tuvimos la oportunidad de desayunar dos veces, por los horarios de madrugada en los que estuvimos en el hotel. Las instalaciones están más que correctas. Típico hotel de playa, muy pensado para grandes grupos.

Quizás en las habitaciones llega demasiado ruido de los pasillos

Las instalaciones requieren una reforma urgente. Este hotel no llega al estándar de tres estrellas, con habitaciones antiguas y aire acondicionado deficiente. Sin embargo, la piscina es amplia y el bufé ofrece variedad y calidad en las comidas, destacando el desayuno. La atención al cliente fue decepcionante; el personal no mostró cortesía. Experimentamos problemas con la habitación, como limpieza deficiente y falta de amenities. Por otro lado, la ubicación es favorable, alejada del bullicio, lo que aporta tranquilidad. A pesar de las dificultades, la comida y la animación nocturna son puntos a favor. Es recomendable solo si se buscan precios económicos y no se espera lujo.

El personal ha sido extremadamente amable con nosotros, dado el hecho que recalamos en el hotel por el tema de los malditos controladores aéreos. Aunque sólo estuvimos una noche tuvimos la oportunidad de desayunar dos veces, por los horarios de madrugada en los que estuvimos en el hotel. Las instalaciones están más que correctas. Típico hotel de playa, muy pensado para grandes grupos.

Quizás en las habitaciones se puede escuchar demasiado el ruido en los pasillos.

Buen servicio de recepción 24 horas, pero el restaurante tiene comida limitada.

La decoración del hotel es simple pero muy elegante. Los colores de las paredes y muebles fueron muy bien elegidos. Muy atento el presonal de recepción y la habitación tenía unas vistas excelentes.El desayuno magnífico.

Quizá deberían poner otra cafetera o tener café ya hecho pues había una cola un poco larga. El café era magnífico, seguro que la cola era larga porque los clientes estaban repitiendo.

Ubicació tranquil·la, ideal per aparcar. Zones comuns molt netes i piscina espectacular. Menjar boníssim, variat i un bon servei. Encantats amb el personal, sempre amables. Habitació una mica antiga i matalàs incòmode, però per a descansar i gaudir del sol, ens ha agradat.

Las habitaciones son muy pequeñas y hay problemas con la limpieza. El personal es amable y las actividades como el bingo son divertidas.

La ubicación cerca del tren y del casco urbano pero sin el agobio del centro y con buena disponibilidad de aparcamiento. Ideal para quien viaja en tren o en coche, además es un hotel confortable y muy rehabilitado, se ve moderno.

La comida, es de pésima calidad, buffet con mucha variedad pero bastante malo. La insonorización de las habitaciones, se oyen todos los ruidos de los pasillos y las habitaciones de al lado, cuando hay gente que madruga se despierta todo el mundo.